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Aprendizaje por descubrimiento

Habilidades comunicativas para profesionales del siglo XXI

Debemos partir de una verdad irrefutable: el ser humano es un ser social, para el que la comunicación es un proceso innato, una necesidad básica, un acto de relación humana en el que dos o más personas intercambian un mensaje, bien sea mediante el lenguaje o cualquier otra forma de expresión. El término comunicación proviene del latín «Communicare», que significa hacer común o poner en común.

Piense en el bebé más cercano que hay en su círculo social o familiar. Sea que se trate de un recién nacido o de un niño de 2 años que se encuentra en el proceso de construcción del lenguaje, de cualquier manera ese niño encontrará la manera de comunicarse para manifestar sus necesidades, bien sea a través del llanto, de señas o de algunas palabras que ya tenga aprendidas. En la medida en que vamos creciendo y acercándonos a la edad adulta, y más aún cuando estamos en la vida profesional, los retos empiezan a ser cada vez mayores, pues ya no solo se trata de enviar un mensaje unidireccional a nuestros padres o cuidadores que sea comprensible para ellos y suplan nuestras necesidades básicas, sino de ser capaces de «poner en común» nuestras ideas, de que haya una comunicación bidireccional (de doble vía con nuestro interlocutor), quizá de dar algunas directrices e indicaciones como jefe de algún área en la que emisor y receptor están interpretando de forma adecuada los mensajes intercambiados.

En este sentido se debe considerar que no solo comunica lo que decimos a través de las palabras, sino que aquí juegan un papel fundamental el volumen que usamos, la entonación, el ritmo, nuestras expresiones faciales y corporales, e incluso nuestra cercanía con el otro. Más allá, la forma en la que nos expresamos de forma escrita a través de un correo, una carta o un simple mensaje de WhatsApp en un entorno corporativo. Y, si nos vamos un poco más lejos, descubriremos que nuestra presentación personal también envía un mensaje al otro acerca de nosotros mismos.

Hablamos entonces de comunicación verbal, no verbal y escrita, que estaremos desarrollando en nuestros próximos artículos. Sin embargo, es importante que como profesionales evaluemos la importancia de la comunicación, más allá de ser un proceso de la organización, todos debemos tener la habilidad de comunicarnos asertivamente, especialmente si nos desenvolvemos en un entorno empresarial, en el que lo que lo que decimos y cómo lo decimos juegan un rol fundamental dentro de nuestras áreas y procesos.

Considere, entonces, que un profesional que, además de los conocimientos técnicos propios de su rol y cargo, sabe aplicar las habilidades comunicativas de manera estratégica, tendrá mayor probabilidad de lograr mejores resultados en su empresa, más aún, en su equipo de trabajo, si se trata de un líder. Un profesional que es capaz de tener congruencia entre su comunicación verbal, no verbal y escrita, logrará transmitir sus mensajes de manera asertiva, liderar adecuadamente a su equipo de trabajo y alcanzar los resultados que se propone. A esto es lo que en Lateral llamamos inteligencia comunicativa, y es necesario que profesionales y empresas conozcan y entiendan el valor de saber dominar estas habilidades.

 

 

 

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